Psicólogo infantil en Tenerife

Psicólogo infantil en Tenerife
MOISÉS DÍAZ PSICÓLOGO

Acompañamiento emocional para niños y apoyo para sus familias

¿Notas cambios de humor en tu hijo, dificultades para dormir, ansiedad o problemas en el colegio? La infancia es una etapa delicada, y contar con un psicólogo infantil en Tenerife puede ser clave para ayudarle a entender sus emociones y desarrollarse con seguridad.

¿Cuándo acudir a terapia infantil?

No hace falta esperar a que el problema crezca. Algunas señales de alerta:

Cambios de humor o irritabilidad constante

Miedos excesivos o ansiedad por separación

Problemas de conducta en casa o en la escuela

Tristeza, aislamiento o baja autoestima

Retrocesos en el desarrollo (control de esfínteres, lenguaje…)

Dificultades para relacionarse o comunicarse

"Cuanto antes se actúe, más fácil será ayudarle a gestionar lo que le ocurre."

terapia infantil
Psicología infantil en Tenerife

Psicología infantil en Tenerife: ¿qué trabajamos?

En nuestras sesiones de terapia infantil trabajamos de forma individualizada con cada niño/a para:

Identificar y expresar sus emociones

Reducir conductas disruptivas

Fortalecer su autoestima y seguridad

Mejorar sus habilidades sociales

Acompañar cambios importantes (duelos, separación, mudanza…)

Apoyar su adaptación escolar

¿Cómo son las sesiones?

Las sesiones de terapia infantil:

  1. Juego terapéutico para expresarse sin presión

2. Evaluación inicial con los padres y el niño

3. Técnicas para mejorar la gestión emocional

4. Orientación familiar para reforzar el trabajo en casa

La participación de la familia es fundamental durante todo el proceso.

Beneficios de la terapia infantil

En nuestras sesiones de terapia infantil trabajamos de forma individualizada con cada niño/a para:

Mayor estabilidad emocional

Mejora del rendimiento académico

Relaciones más positivas con otros niños y adultos

Más seguridad personal

Apoyo concreto para padres y madres

¿Qué dificultades atendemos?

  • Ansiedad infantil
  • TDAH y problemas de concentración
  • Trastornos del aprendizaje
  • Rabietas intensas y baja tolerancia a la frustración
  • Alta sensibilidad emocional
  • Duelos o cambios vitales importantes

“Un niño acompañado emocionalmente tiene más herramientas para convertirse en un adulto sano.”

MOISÉS DÍAZ PSICÓLOGO

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